Oda al aburrimiento (I)
Para mí una de las mejores estampas de la infancia era ver cómo terminaba la carrera de gotas de lluvia estampadas en el cristal del coche. Las seguía con los ojos, incluso con los dedos, con verdadera emoción.
Para mí una de las mejores estampas de la infancia era ver cómo terminaba la carrera de gotas de lluvia estampadas en el cristal del coche. Las seguía con los ojos, incluso con los dedos, con verdadera emoción.